Violencia Machista

La violencia machista crea una infinidad de conflictos entre las personas, generando víctimas de todo tipo. Mujeres, hombres, niñas y niños sufren la existencia de esta lacra social.

A lo largo de mi trayectoria profesional he tratado a personas que han sido víctimas como consecuencia no solo de la violencia machista, sino que también por sufrir una educación machista que condiciona sus relaciones interpersonales.

A través de la comprensión de este gravísimo problema, su identificación y la toma de medidas que consigan superarlo, no solo es posible vencerlo sino que se convierte en una necesidad para promover y tener una vida mentalmente saludable.

Existe evidencia empírica de que los hombres se enfrentan hoy en día, por el mero hecho de serlo, a exigencias para las que no han sido educados: sensibilidad, ternura o afecto, entre otras. Ello les provoca dudas entre ser o no ser suficientemente hombres según los criterios de la masculinidad hegemónica, lo que desemboca en el peor de los casos en actitudes violentas, y en el mejor de los casos en síntomas ansioso-depresivos.

El tratamiento clínico de la sintomatología ansioso-depresiva, suscitada por esos intentos de ejercer las nuevas masculinidades, esto es, por tener que enfrentarse no solo a las exigencias evidentemente lógicas del feminismo (todas y todos somos iguales), sino también por mostrar rechazo ante el machismo, debe pasar por abordar como objetivo principal la reducción de esa sintomatología desde la compresión de las razones que la suscita. 

Si reconoces alguno o algunos de los problemas que he citado y necesitas ayuda, no dudes en ponerte en contacto conmigo. ¡Se pueden superar!